Hola amigos de "SOLO IDEANDO Y PENSANDO". En esta ocasión vamos a hablar de profecías bíblicas y como se han estado cumpliendo al pie de la letra.
profecía 1.- (Mateo 24:4-5) 4 Y en contestación, Jesús les dijo: “Cuidado que nadie los extravíe; 5 porque muchos vendrán sobre la base de mi nombre, diciendo: ‘Yo soy el Cristo’, y extraviarán a muchos. . .
Esto se cumple por que son muchos los que se dicen profetas y no lo son, por ejemplo,hay cientos de religiones y predicadores que dicen que ellos son la verdad pero realmente lo son vea usted unos puntos que le llevaran a ver la realidad de las cosas que probablemente usted ya sabe pero no se da cuenta de lo que esta haciendo o bien lo hace por que le gusta o por que así le conviene a los intereses de cada quien.
profecía 1.- (Mateo 24:4-5) 4 Y en contestación, Jesús les dijo: “Cuidado que nadie los extravíe; 5 porque muchos vendrán sobre la base de mi nombre, diciendo: ‘Yo soy el Cristo’, y extraviarán a muchos. . .
Esto se cumple por que son muchos los que se dicen profetas y no lo son, por ejemplo,hay cientos de religiones y predicadores que dicen que ellos son la verdad pero realmente lo son vea usted unos puntos que le llevaran a ver la realidad de las cosas que probablemente usted ya sabe pero no se da cuenta de lo que esta haciendo o bien lo hace por que le gusta o por que así le conviene a los intereses de cada quien.
Acepta Dios todas las religiones?
Respuestas habituales:
▪ “Todas las religiones llevan a Dios.”
▪ “Lo importante es ser sincero en la religión que uno practique.”
Lo que Jesús dijo:
▪ “Entren por la puerta angosta; porque ancho y espacioso es el camino que conduce a la destrucción, y muchos son los que entran por él; mientras que angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida, y pocos son los que la hallan.” (Mateo 7:13, 14.) Es obvio que Jesús no creía que todos los caminos llevaran a Dios.
▪ “Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre ejecutamos muchas obras poderosas?’. Y sin embargo, entonces les confesaré: ¡Nunca los conocí! Apártense de mí, obradores del desafuero.” (Mateo 7:22, 23.) Jesús no acepta a todos los que dicen ser sus seguidores.
MUCHAS personas están encariñadas con sus creencias y tradiciones religiosas. Pero ¿qué pasa si esas enseñanzas no concuerdan con lo que dice la Biblia? Jesús indicó el peligro de seguir tradiciones humanas cuando dijo a los líderes religiosos de su tiempo: “Ustedes han invalidado la palabra de Dios a causa de su tradición”. Y luego citó a Dios, que había dicho: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy alejado de mí. En vano siguen adorándome, porque enseñan mandatos de hombres como doctrinas” (Mateo 15:1-9; Isaías 29:13).
Con todo, no solo importa lo que creemos, sino también lo que hacemos. La Biblia indica que hay personas que “declaran públicamente que conocen a Dios, pero por sus obras lo repudian” (Tito 1:16). De hecho, dice que en nuestros tiempos muchos “buscarán sus propios placeres en vez de buscar a Dios. Aparentarán ser muy religiosos, pero con sus hechos negarán el verdadero poder de la religión”. Y a continuación advierte: “No tengas nada que ver con esa clase de gente” (2 Timoteo 3:4, 5, Versión Popular).
Sin embargo, no basta con ser sinceros. ¿Por qué? Porque uno puede ser muy sincero y, sin embargo, estar equivocado. Por eso, es vital conocer bien a Dios (Romanos 10:2, 3). Si queremos agradarle, tenemos que adquirir conocimiento exacto y actuar de acuerdo con su Palabra, la Biblia (Mateo 7:21). De modo que la religión verdadera es la que promueve el motivo correcto, las creencias exactas y la conducta adecuada. Y comportarse adecuadamente implica hacer la voluntad de Dios todos los días (1 Juan 2:17).
Si le interesa aprender más sobre lo que enseña la Biblia acerca de Dios, lo animamos a estudiarla de forma gratuita con los testigos de Jehová.
[Comentario de la página 9]
La religión verdadera promueve el motivo correcto, las creencias exactas y la conducta adecuada
Profecía 2.- (Mateo 24:6) Ustedes van a oír de guerras e informes de guerras; vean que no se aterroricen. Porque estas cosas tienen que suceder, mas todavía no es el fin.
. Todos sabemos que las obras de los seres humanos imperfectos rara vez se basan en la justicia; más bien, suelen ser producto de la codicia, la envidia y la arrogancia. Tenemos un ejemplo en las diabólicas armas que los hombres fabrican, un negocio que les reporta grandes ganancias, pues se emplean en las guerras que ellos mismos fomentan. Y, como bien sabemos, dichas guerras han causado enorme sufrimiento y angustia a millones de víctimas inocentes. desde la primera guerra mundial se han originado mas muertes en las guerras que en varios siglos anteriores.¡Qué diferentes son las obras de Jehová! Él siempre actúa con justicia. Una de sus obras es el misericordioso rescate que ofreció para salvar a la humanidad. Esta fue una manera de “exhibir su propia justicia” (Rom. 3:25, 26). No cabe duda: “su justicia subsiste para siempre”. Por otro lado, Jehová ha mostrado benevolencia al tratar pacientemente a los seres humanos imperfectos. En ocasiones, incluso ha empleado la fórmula “por favor” para pedirles que dejen el mal camino y vuelvan a hacer lo que es justo (léase Ezequiel 18:25).
profecía 3.-(Mateo 24:7-8) 7 ”Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá escaseces de alimento y terremotos en un lugar tras otro. 8 Todas estas cosas son principio de dolores de angustia.Predicciones que se cumplen en nuestros tiempos
LA Biblia predice que el Reino de Dios traerá paz y felicidad permanentes a la Tierra (Daniel 2:44). En el padrenuestro, Jesús enseñó a sus discípulos a pedir: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra” (Mateo 6:10). Además, en la importante profecía que pronunció en el monte de los Olivos indicó una serie de sucesos y circunstancias que precederían a la llegada de ese Reino. El cumplimiento simultáneo de todos esos sucesos constituiría una señal que podrían reconocer todas las personas sinceras. Pues bien, ¿cuántos de los siguientes sucesos observa usted hoy?
Conflictos internacionales. Jesús predijo: “Se levantará nación contra nación y reino contra reino” (Mateo 24:7). Antes de la primera guerra mundial, que comenzó en 1914, los conflictos tenían un alcance limitado. Pero esta guerra, además de enfrentar a grandes zonas del planeta, aceleró el desarrollo de armas terribles, mucho más destructivas que antes. Entre otras cosas, se empezó a utilizar el avión, recientemente inventado, para arrojar bombas sobre civiles. Por otra parte, la producción masiva de armas llevó la masacre a niveles insospechados, ya que aproximadamente la mitad de los sesenta y cinco millones de soldados movilizados acabaron heridos o muertos. Aun así, la matanza continuó aumentando a lo largo del siglo XX. Basta con recordar la segunda guerra mundial. Como dijo cierto historiador, “nunca se sabrá el número total” de bajas militares y civiles de ese conflicto. Y la situación no es muy distinta hoy día, pues sigue habiendo guerras.
Hambre generalizada. “Habrá escaseces de alimento”, advirtió Jesús (Mateo 24:7). En 2005, la revista Science declaró: “El 14% de la población mundial (854 millones de personas) padece desnutrición crónica o aguda”. Y en 2007, las Naciones Unidas informaron que había 33 países incapaces de alimentar a sus habitantes. Pero ¿cómo es esto posible cuando la producción mundial de grano está aumentando? En parte se debe a que el grano de muchos campos de cultivo no se destina al consumo humano, sino a la elaboración de etanol. Como explica el periódico sudafricano The Witness, “con la cantidad de grano utilizado en la producción del etanol necesario para llenar una sola vez el depósito de un todoterreno se podría alimentar a una persona durante todo un año”. Hasta en los países desarrollados, el alza en los precios de los alimentos obliga a muchos a elegir entre la comida y otras necesidades básicas, como los medicamentos o la calefacción.
Fuertes terremotos. Jesús también dijo: “Habrá grandes terremotos” (Lucas 21:11). ¿Tiene usted la impresión de que nunca antes los temblores habían causado tanto daño? Pues está en lo cierto. “La actividad sísmica ha aumentado repentinamente en todo el planeta [...], pero nadie sabe por qué”, explicó el sismólogo indio Rajender Chadha en 2007. Además, el número de víctimas ha crecido debido al rápido incremento de la población en zonas de riesgo. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el terremoto y el tsunami que se produjeron en el océano Índico convirtieron al año 2004 en “el más mortífero —en lo que a terremotos se refiere— de los últimos quinientos años” y en “el segundo de toda la historia”.
Enfermedades incontrolables. “Habrá [...] pestes”, afirmó Jesús (Lucas 21:11). Por todo el mundo, las enfermedades —tanto nuevas como antiguas— afligen a más personas que nunca antes, y la ansiada cura sigue sin aparecer. Por ejemplo, el plazo establecido internacionalmente para erradicar el paludismo (o malaria) se ha tenido que extender varias veces debido a la resistencia de la enfermedad. A esto hay que añadir que millones de personas mueren a causa de viejas enemigas —como la tuberculosis—, que ahora trabajan en equipo con el sida y otras dolencias nuevas. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, “una tercera parte de la población mundial está actualmente infectada por el bacilo de la tuberculosis”. Este organismo afirma, además, que el VIH contribuye a las epidemias de tuberculosis en muchos países. Es preocupante saber que cada segundo se infecta alguien de tuberculosis y que esta enfermedad es cada vez más resistente al tratamiento. Según informó la revista New Scientist, en 2007 se diagnosticó en Europa un caso de tuberculosis “resistente a todo fármaco”.
Crisis moral y social. Jesús profetizó: “Por el aumento del desafuero se enfriará el amor de la mayor parte” (Mateo 24:12). El apóstol Pablo, por su parte, predijo que se perderían los valores sociales y morales. Incluso describió cómo serían los difíciles “últimos días” de este sistema de cosas, antes de que el Reino de Dios le pusiera fin. “Los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, traicioneros, testarudos, hinchados de orgullo, amadores de placeres más bien que amadores de Dios, teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder.” (2 Timoteo 3:1-5.) ¿No le parece que estas características son mucho más comunes hoy que en el pasado?
Ni Jesús ni Pablo enumeraron todos los factores históricos, sociales y políticos a los que se debe la penosa situación mundial. Pero sus profecías describieron con precisión muchos sucesos y tendencias que vemos hoy. Ahora bien, ¿qué se puede decir del futuro? Las mismas profecías de Isaías que predijeron con tanta exactitud la llegada del Mesías también mencionan los beneficios que traerá el Reino de Dios a la Tierra. Veamos algunos en el próximo artículo.
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